miércoles, 28 de noviembre de 2007
Oh mi cabeza
"Ese beso apenas se menciona en las acotaciones, ningún personaje habla de él, un director insensible puede incluso pasarlo por alto, pero a mis ojos de adolescente, con mis dieciséis años, se convirtió en la escena central, y no sólo veía a Roxana inclinarse, sino que con Cyrano, sentía por primera vez, muy cerca de su cara, el aliento perfumado. Ese beso in articulo mortis recompensaba a Cyrano por el otro, que le había sido robado y con el que todos se enternecen en el teatro. Ese último beso era hermoso porque, en el instante mismo en que lo recibía, Cyrano moría, y Roxana se le escapaba una vez más, y era precisamente eso, identificandome yo con el personaje, lo que me llenaba de orgullo. Expiraba feliz sin haber tocado a su amada, dejándola en su condición celestial de sueño incontaminado"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario